domingo, 14 de agosto de 2011

Capitulo 2: Hogar (1ª Parte)

Me desperté.

Sentía mareos y náuseas, aunque ya no tenía calor. Me rasqué los ojos e incorporé medio cuerpo. Enseguida me di cuenta de que estaba en una cama.
Miré a mi alrededor ya más espabilada, estaba en una habitación circular.Las paredes eran de color azul pastel y había un tocador dorado al lado de las puertas acristaladas del balcón a mi derecha. A mi izquierda tenía una puerta de color blanco con unos motivos en azul preciosos y justo delante de mi había una mesita baja de cristal con los bordes de metal dorados y unos cojines como asientos en la misma tonalidad que el resto de la habitación.
La cama era redonda y del techo colgaban telas de seda que tapaban poco mi visión,ya que eran semitransparentes y había un mosaico compuesto de trozos de espejo.

Estaba en el cielo.

Eso fué lo único que se me ocurrió en ese momento hasta que recopilé toda la información de mi cabeza de golpe.
Arena,sed,hombre extraño y un puñado de criaturas que solo existen en los cuentos.
¿Cuánto tiempo había pasado desde entonces?

Toc, toc. Llamaban a la puerta.

Como un acto reflejo dije:

-Adelante.
Apareció una muchacha muy bronceada. Era menuda,pero no parecía una niña,más bien todo lo contrario.
Tenía unas curvas realmente bonitas y proporcionadas y la indumentaria que llevaba era muy similar a la de la danza del vientre pero sin tantas joyas,solo tenía un pequeño bordado en el escote de su top y llevaba unos pendientes dorados. Los colores eran principalmente en azul marino y blanco.

''Parece que son fanáticos de esos colores'' pensé.

-Buenos días señorita, venía a despertarla para que se tomara el desayuno, ¿desea algo en particular?-me dijo sonriente. Más de cerca me di cuenta de que era preciosa,sus ojos eran del color de la miel, su cabello era como el chocolate  y su sonrisa me iba a dejar ciega.

-Pues ahora que lo dice si que tengo bastantes ganas de comer...¿Podría traerme tostadas con mermelada,huevos,bacon y unas cuántas tortitas? Si puede ser acompañados de un zumo de naranja y café. Por cierto, ¿es gratis no?

Su cara  me lo dijo todo,no entendió absolutamente nada de lo que le dije.

-Perdone señorita, pero no la entiendo...- me dijo preocupada
-Vale, es igual, traiga lo que más crea conveniente-dije suspirando
-Muy bien,enseguida vuelvo- y se marchó.

''Mierda,no le he preguntado dónde estamos'' pensé ''ahora cuando vuelva lo hago,pero después de comer''

Como tenían que traerme comida intenté levantarme de la cama sin mucho éxito,estaba agotada y las piernas no me respondían. En ese momento me di cuenta de que no llevaba mi ropa puesta. ¡Llevaba un camisón que lo enseñaba todo!

Toc, toc. ''Que rápido ha vuelto''

-Adelante

Entró Melkor.

-Buenos días,me ha dicho la doncella...
-¡¡AH!!-pegué un chillido. Me tapé hasta el cuello con las sábanas.
Melkor se giró instantáneamente y dijo:

-Tranquila, no he visto nada,se lo juro,solo quería saber como se encontraba y si es de su gusto la habitación pero volveré en otro momento- y más rápido de lo que mis ojos podían ver se fué.

Me tiré en la cama roja como un tomate.

***

Si que lo había visto. Todo.

Melkor estaba de espaldas en la puerta avergonzado. Tendría que haberla avisado de que era él. O puede que no haya sido tan malo. Volvió a recordar como era.
Tenía la piel blanca y el cabello de color rojo. Nunca en toda su vida había visto un color tan particular y hermoso. Sus ojos eran verde esmeralda y no era una chica muy bajita como su raza de mujeres. Medía por lo menos un metro con sesenta y nueve o sesenta y ocho. Era delgada y ligera. Y con todo eso ella todavía seguía oliendo a uno de su misma especie.

Había muchas preguntas que resolver. En cuanto estuviera disponible le haría el interrogatorio.



Comentario de la autora:

Empecé a escribirlo ayer a última hora y luego tuve que irme. Tenía pensado poner otras cosas en esta parte pero al final esta mañana he cambiado de idea y lo he dejado así.
Aviso ya de que seguramente habrá escenas picantes durante el relato, pero otras que no tranquilos,quiero que todo esté en un equilibrio y no sea una pastelada.
Gracias otra vez a los que me han echado una mano para darme ideas y a Txema,por esa noche en tu cocina y todas mis preguntas jajaja.




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